Sei Solo es el proyecto más personal e íntimo de Javier Zaccagnini, una figura fundamental en la historia reciente de la Ribera del Duero.
Zaccagnini, quien fuera presidente del Consejo Regulador y cofundador de Bodegas Aalto junto a Mariano García, concibió Sei Solo como una vuelta a los orígenes de la DO y la antítesis de la Ribera opulenta.
La bodega trabaja con un total de 33 hectáreas, algunas son de viñedo propio de cepas muy viejas (entre 60 y 90 años). Las restantes son arrendadas, pero con características de edad y calidad similares, todas ellas ubicadas estratégicamente en el reconocido enclave de La Horra (Burgos), uno de los terroirs más prestigiosos de la denominación.
La dirección de la bodega ha pasado a manos de Michael Zaccagnini, su hijo.
Los vinos de Sei Solo, con sus nombres inspirados en Bach y su propia búsqueda de la perfección, se han consolidado como un referente para quienes aprecian la Ribera del Duero.